Betelgeuse, el Rubí de Orión

Tomando como referencia el Cinturón de Orión, conocido como Las Tres Marías, y también como Los Tres Reyes Magos, unos 10 grados al nordeste encontraremos a Betelgeuse, la supergigante de color rojo más notable de todo el cielo. Este hermoso astro constituye junto con Rígel una de las dos principales estrellas de la conocida Constelación de Orión, el gigante cazador de la mitología clásica helenística. Betelgeuse se destaca por su color entre las otras estrellas del asterismo, azules en su mayoría, y ocupa el lugar que corresponde al hombro derecho de la figura, el izquierdo según lo vemos nosotros. Ostenta la denominación de Bayer Alpha Orionis, a pesar de que Rígel (β Ori) es más brillante, pero hace un tiempo no era así.

Es Orión una de las constelaciones más conspicuas de todas, si no la que más, entre las 88 que forman el catálogo de la Unión Astronómica Internacional. Su famosa Gran Nebulosa (M42), la Cabeza de Caballo, la Nebulosa de la Llama, el no menos célebre Cinturón, ya citado, y numerosas estrellas muy notables, la hacen ser la favorita de no pocos aficionados, entre los que me encuentro. Rígel, Bellatrix, Hatysa, Saiph, Meissa, Alnilam y, al fin, Betelgeuse, convierten a esta región del cielo en un irrenunciable espectáculo para todo el que alce la vista hacia el cielo durante las frías noches de enero.

El interés de la estrella radica en diversos aspectos: A sus colosales dimensiones hay que sumar su condición de variable pulsante semirregular, su próxima explosión en supernova a pesar de su extrema juventud, y la enigmática pérdida de tamaño en los últimos años, independiente de su carácter variable. Fue la primera estrella de la que se pudo medir su diámetro, excepción hecha del Sol, y también se han detectado manchas en su superficie análogas a las solares, además de la innegable belleza de su visión en el cielo del invierno boreal.

El origen de la palabra Betelgeuse es una corrupción. Desde ya, hay que rechazar la pronunciación, muy extendida, según la película estadounidense de 1.988, que suena más o menos como Bitelchús: propínenle un cariñoso cosqui virtual a todo el que se empecine en esta tremenda aberración, dado el innegable origen árabe del vocablo. La Constelación de Orión fue llamada por los árabes al-Jauza, palabra de etimología discutida, pues se ha interpretado como «la de en medio» y también «el gigante», entre otras. Así, Ras-al-Jauza es la cabeza del gigante (Raselgeuse = Meissa) y Yad-al-Jauza es el brazo. Pero en los siglos XII-XIII, los traductores cristianos transcribieron por error bad en lugar de yad, y escribieron Betelgeuse. Hay que anotar que en árabe clásico no existe el sonido «e» (tengo un amigo árabe que me llama Pipi en lugar de Pepe), pero lo más correcto es pronunciar el nombre de esta estrella tal y como se escribe.

Betelgeuse (Alpha Orionis o α Ori) es una supergigante roja de tipo espectral M1.5I, que es una variable pulsante semirregular, con un periodo aproximado de 2.300 días (6 años y 4 meses). El promedio de +0.58 de magnitud visual la sitúa en el décimo lugar entre las estrellas más brillantes del cielo nocturno. Es una de las estrellas más grandes que se conocen, y si estuviera en el lugar del Sol, alcanzaría casi hasta la órbita de Júpiter, aunque en los últimos años ha disminuido un tanto su tamaño, como veremos. Junto con Sirio y Procyon forma el asterismo del Triángulo de Invierno, que es una importante referencia para la orientación en el cielo durante los últimos y los primeros meses del año. Su distancia a nosotros se ha estimado en unos 640 años-luz y su temperatura superficial en 3.500 ºK, relativamente fría en comparación con el Sol, que está a 5.500 ºK. Su posición, cercana al ecuador celeste, hace que pueda ser observada prácticamente desde cualquier lugar de la Tierra, exceptuando las cercanías del Polo Sur, ya sobre la Antártida.

La estrella, naturalmente, es conocida desde muy antiguo. Informes del siglo I de nuestra era, descubiertos por arqueólogos en 1.982 en China, describen a Betelgeuse como una estrella de color blanco-amarillento, pero sólo un siglo después Ptolomeo ya la cataloga como gigante roja junto a otras estrellas del mismo tipo. A pesar de la extrema juventud de la estrella (unos 10 millones de años; el Sol tiene 4.500 millones), no se entiende muy bien este rápido cambio, pues la evolución estelar tiene lugar a un ritmo muchísimo más lento, a no ser que el color observado en China sólo se debiera a una expulsión ocasional de polvo y gas por parte de la estrella, que ocultara el verdadero color del astro.

Fue John Herschel (hijo de William, el descubridor de Urano) quien estudia y descubre la variabilidad de la estrella, analizando el brillo que ésta ofrecía entre los años 1.836 y 1.840. Betelgeuse alcanzó un pico de luminosidad en 1.852, momento en el que Herschel afirma: «Actually the largest star in the northern hemisphere.» (Actualmente, la estrella más brillante del Hemisferio Norte), lo que permite deducir que entonces Betelgeuse superaba en luminosidad a Capella, y también probablemente a Arturo e incluso a Alpha Centauri, y también explica la razón por la que la estrella ostenta la letra Alpha como denominación de Bayer, a pesar de que actualmente Rígel (Beta) brille con mayor fuerza.

Ya en el siglo XX, y utilizando el interferómetro de Michelson, se pudo medir el tamaño de la estrella. Fue la primera en que esto fue posible, excepción hecha del Sol. Combinando el tamaño angular con el paralaje conocido, resultó para Betelgeuse un radio de 384 millones de kilómetros (Sol = 0.7 millones). Distintas estimaciones situaron este tamaño entre 4.1 y 4.6 Unidades Astronómica (1 UA es igual a la distancia media entre la Tierra y el Sol), esto es, más allá de la órbita de Marte, aunque estos cálculos se quedaron cortos. Los estudios de interferometría también han permitido descubrir en Betelgeuse, por primera vez fuera del Sol manchas en la superficie de una estrella, análogas a las manchas solares.

En los últimos años los astrónomos han registrado la progresiva pérdida de tamaño de la estrella, que desde 1.993 hasta 2.009 ha disminuido su radio desde más allá de la órbita de Júpiter hasta un 15 % menos, es decir, que ha perdido el equivalente a la distancia entre Venus y el Sol. Actualmente, podemos cifrar el tamaño de Betelgeuse en unas 4.8 Unidades Astronómicas. Este cambio en el radio del astro es independiente de su variabilidad, y constituye un misterio sobre el que trabajan los investigadores. Bien es verdad que Betelgeuse pierde masa progresivamente, y cada vez su densidad es menor. En realidad, el vacío en el interior de la estrella es mucho mayor que el que se pueda conseguir en nuestros laboratorios.

Betelgeuse está experimentando una existencia vertiginosa. Una estrella tremendamente joven está a punto de morir. Los astrónomos calculan que de aquí a unos 100.000 años (un suspiro a escala cosmológica), y quizás mucho antes, la estrella explotará como una brillantísima supernova, encaminándose así a su propia destrucción. Cuando eso ocurra, la estrella adquirirá un brillo equivalente al de la Luna llena, será visible en pleno día al menos durante varios meses y de noche provocará sombras en el suelo. Después de un tiempo, se irá apagando progresivamente, hasta que al cabo de un año, quizás dos, ya no sea visible a ojo desnudo. Se habrá convertido en un pulsar, que será una poderosa fuente de rayos X, o en una estrella de neutrones, de un tamaño no mayor que el de Cádiz, y por supuesto con muchos menos bares.

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18 respuestas to “Betelgeuse, el Rubí de Orión”

  1. Ja, ja, que remate mas torero!. Bares de presión o de tapita?.
    Muy bueno el articulo, asusta pensar en esa explosión super nova, aparte de los efectos luminosos, nos puede afectar algo mas cuando se produzca?.
    Por acá, como no nos visitan tantos güiris no se ha extendido la pronunciación bitechús, que parece un estornudo, pero ayer mismo, que hizo una buena noche, en el Monte Deva, nos acordamos de Ud, alguien pronunció Fomaljault y fue de inmediato corregido: se dice Fomalot!. Gracias de nuevo.
    Un saludo

    • ¡De papitas aliñás y caballitas caleteras con piriñaca!. 😉 La presión, la de la cerveza. A ver si viene a Cádiz a probarlas.
      No hay que tener ningún tipo de temor hacia esa eventual explosión, amigo Umbriel, que se producirá a 640 años-luz de distancia, porque no sufriremos ningún daño. Eso sí, será fatal para la observación astronómica, porque equivaldrá, durante un tiempo, a tener una Luna llena en Orión todas las noches. Y después, cuando se apague, el Gigante Cazador quedará manco, pues donde hoy está Betelgeuse, no quedará nada que sea visible fácilmente. Así es que yo, particularmente, preferiría que ocurriera cuando ya Caronte me haya ayudado a cruzar al otro lado.
      ¡Bien hecho con Fomalhaut!. Estoy seguro que el amigo a quien ustedes corrigieron les quedó agradecido, y corregirá a su vez a otras personas.
      Muchas gracias, y un saludo muy afectuoso.

  2. espectacular como siempre,y con chispa gaditana eso me ha gustado .
    ¿tu crees que desde aqui se veria esa explosion? seria una pena …. !pero! eso es como la vida …..besitos

    • En mi opinión, el momento justo del cataclismo será visible dependiendo de la época del año en que ocurra. Si es en los meses centrales del año (verano para nosotros, invierno en el Hemisferio Sur), el Sol estará en la constelación de Tauro o en la de Géminis, esto es, muy cerca de Betelgeuse, y puede que nos deslumbre e impida la visión directa de la supernova. De todas formas, poco a poco se irá separando del Sol, y sin duda será visible durante largo tiempo, incluso en pleno día, como ya os dije en el artículo.
      Esto es precisamente lo que ocurrió con la supernova de 1.054 que dio lugar a M1, la Nebulosa del Cangrejo, en Tauro.
      Muchos besitos para los dos, a repartir.

  3. Estoy de regreso, despues de unas muy aburridas vacaciones este tipo de articulos me devuelven mi animo; dentro de mi rutina diaria este tipo de paginas me sacan un poco de ella y me quitan un poco el estres…
    Decearia que beltelguese explotara en este mismo instante para admirar tan bello fenomeno, aunque a la vez me da miedo, no vaya a ser que desencadene una muy agresiva radiacion de rayos gamma muy perjudiciales para la vida. Mejor la seguimos admirando tan bella como siempre ocupando una parte de esta gran constelacion, sin ella orion ya no seria el mismo.. Saludossss coordiales..

    • Ya sabe que llega usted a su bitácora, Ángel, ya hace tiempo que forma parte de ella.
      Los rayos Gamma son los objetos más poderosos y destructivos del Universo, pero sólo se originan en estrellas muy masivas, y Betelgeuse es precisamente todo lo contrario; fíjese, para obtener un kilogramo de materia de esta estrella se necesitan 500 millones de litros. Este vacío no es posible obtenerlo en nuestros laboratorios en la Tierra. Además, el llamado GRB (Gamma Ray Burst), que es la explosión y que dura sólo unos segundos, se produce en la dirección del eje de rotación de la estrella, y éste tendría que estar orientado exactamente hacia la Tierra para que nos afectara. Y no es el caso, en absoluto. Otro aspecto a considerar es la distancia de unos 640 años-luz, que haría dispersarse la ráfaga de radiación y nuestra atmósfera neutralizaría sin problemas las partículas, como hace constantemente con la radiación gamma procedente del Sol.
      Ya sabe, nada de pábulo a los catastrofistas, y viva tranquilo y confiado. Un abrazo.

      • Asi lo sospeche amigo galileo! Estrellas muy masivas como eta carinae no es cierto? aunque por la distancia pues es muy poco probable tambien. Que beltelgeuse estalle de una vez para admirar tan magnifico evento. saludos.

  4. Hola amigo Galileo.
    Sorprendente articulo, me apena pensar que Betelgeuse algún día dejara de esta ahí y que dejara a nuestro cazador sin su reluciente brazo pero, nostalgia aparte “recuerda la casita del bosque” pues que te parece si vemos la explosión allí, estaríamos un poquito mayor pero sería fantástico.
    Un placer el leer la bitácora y vivan los finales gaditanos.
    Besos.

    • No tenemos forma de saber, amiga Cari, cuándo tendrá lugar la explosión. Además, ¿no sería un contrasentido irse a la montaña, donde hay cielos oscuros, en busca de un objeto que brillaría como la Luna llena?.
      Estoy de acuerdo contigo, a mí tampoco me gustaría perder la visión de Betelgeuse, una de las más deliciosas estrellas de todo el cielo.
      Siempre es una alegría leer tus comentarios. Besitos.

  5. Querido Galileo, ya estoy por aki de vuelta despues de mi ausencia sin consecuancias, es q he estado un pokito liada con las oposiciones y tb internet me va cuando le apetece; asi q cuando tenia un ratito de lugar para ver nuestra kerida bitacora, internet no me lo pemitia. realmente Betelgeuse parece un rubi, q inmensidad y q brillo, es sorprendente cuando la comparas con el sol nuestro astro rey ni se ve junto a ella. es una pena q algun dia desaparezca, pero espero q eso no tenga consecuancias para nosotros y tampoco estoy muy segura si me gustaria estar aki cuando eso suceda. pq no me imagino yo tomando tapitas en otros bares q no sean los de cadiz, jajja, me ha encantado la referencia a nuestra tacita de plata. muchos abrazos y saludos kerido Galileo, y ya espero no abandonarte mas, porque se q nos echas mucho de menos cuando no estamos en nuestra bitacora. hasta la proxima

    • Hoy por hoy, la bitácora no tendría razón de ser sin vosotros. Sé que muchos blogs funcionan sin comentarios, e incluso su autor no suele responder a ninguno, pero ya sabes que no es nuestro caso. Tanto es así, que cada vez mido más el éxito o fracaso de un artículo según lo hayáis comentado en mayor o menor medida, y no por el número de visitantes. De esa manera, los comentaristas sois tan importantes como el mismo artículo, pues sin vosotros sería otra cosa, no la bitácora de Galileo.
      Un beso y hasta prontito, pues ya trabajo en la siguiente entrega.

  6. Por curiosidad: aparte del espectáculo, que sin duda sería inolvidable… ¿la explosión de Betelgeuse podría dañar a la Tierra de alguna manera, o 640 años luz son una distancia de seguridad suficiente para que no nos afecten sus radiaciones?

    • Vale, puedes ignorar mi pregunta, acabo de ver que ya está respondida en uno de los comentarios de más arriba. ¡Un saludo!

      • 🙂 Me alegro de que le hayan resultado suficientes las explicaciones de arriba. Cuando no ocurra así, no dude en preguntar lo que quiera.
        Saludos cordiales.

  7. JAVIER VArela Says:

    muy interesante este comentario sobre betelgeuse, el rubi de orion, lastima que en el tiempo va a desaparecer, pero la vida es asi, en el cosmos, tambien, todo nace, se desarrolla y muere o se refunde con otro astro.yo con mi modesto telescopio no lo alcanzo a distinguir, felicitaciones por el articulo, que nos ayuda a entender mas sobre astronomia y nos da un barniz cultural muy importante

    • Así es la vida y así la muerte… la supernova de 1.054 hizo desaparecer a una estrella, en Tauro, pero en su lugar nos dejó la maravillosa Nebulosa del Cangrejo. ¿Qué ocurrirá con la materia que Betelgeuse expanda a su alrededor?.
      Bienvenido a la bitácora, Javier, muchas gracias por su inteligente comentario, y… ¡vuelva pronto!. Saludos gaditanos.

  8. Liz Adriana Says:

    EXCELENTE ARTICULO!

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